Por si saltar desde un acantilado a casi 120 metros de altura no fuera lo suficientemente temerario, ¿qué tal hacerlo con un paracaídas enganchado en la piel? Esto es exactamente lo que hizo el adicto a la adrenalina, Josh Miramant, en Ton Sai, Tailandia. En el video podemos ver cómo le perforan la piel con los ganchos necesarios para unir un paracaídas a su cuerpo. Quizá seamos testigos de un nuevo deporte (si lo podemos llamar así) que combina el salto en paracaídas desde alturas bajas y la suspensión usando ganchos en la piel. Realmente sorprendente.
Vía YouTube
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