Las obras de la finlandesa, Samia Havia, tienen un elemento en común: el uso de cassettes o cintas de audio. Nada más ochentero que los cassettes, y que mejor manera de representar la época que recreando la famosa portada del álbum Nevermind del grupo Nirvana (imagen de arriba). ¿Y qué me dicen del cuadro de abajo, genial no?
Fuente: Fabrik Project
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