Imaginen la situación: quedar colgando de un teleférico por 15 minutos, con los pantalones abajo y rodeado de nieve (y la mirada de los curiosos). Esta es definición perfecta de un accidente embarazoso. Todo esto sucedió en Vail, Colorado, cuando un esquiador de 48 años y su pequeño hijo abordaron una silla-teleférico para subir la montaña, al parecer el asiento no bajó adecuadamente a su posición e hizo que el hombre cayera y quedara suspendido de cabeza, sostenido únicamente por uno de sus ski y por sus pantalones. El hombre permaneció un cuarto de hora colgando y sin pantalones, esperando a que lo auxiliaran.... que vergüenza.
Fuente: Gizmodo
1 comentario:
deja de la verguenza , el frio q le dio aquel tipo jeje
aqui leyendo tu blog me ha gustado¡¡
besos
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